Entre los 3 y 4 años es frecuente que tengan mareos en los viajes por carretera. Unas sencillas normas ayudarán a aliviar el malestar
“En algunos casos puede ser debido a que los pequeños perciben algunos olores como el de la gasolina o el perfume, que les hacen sentir mal y los predispone al mareo y al vómito”, explica el doctor Jesús Rodríguez, pediatra de Grupo IMQ. “También influye lo que vayan haciendo mientras van en el coche. Pero lo más importante es que si los padres saben que se marea durante los viajes, deben ir preparados y llevar todo lo necesario para atender al niños en caso de que vomite. Además, es recomendable hablar con él y explicarle que avise cuando sienta ganas de vomitar para reaccionar a tiempo”.
Estos son los consejos del experto para ayudar a prevenir este tipo de mareo:
1. Evitar que vayan leyendo o mirando a los lados.
2. Intentar que participen en juegos que los entretengan durante el recorrido.
3. Si el niño comenta que hay ciertos olores que le producen malestar, intentar que el coche no huela mal, evitando olores intensos como el perfume o aromas de alimentos.
4. Procurar no comer mucho antes y durante el viaje. Es mejor embarcarse con algo ligero en el estómago. Y no comer en el coche.3. Si el niño comenta que hay ciertos olores que le producen malestar, intentar que el coche no huela mal, evitando olores intensos como el perfume o aromas de alimentos.
5. Si el niño es mayor, masticar un chicle durante el viaje puede ayudarle.
6. Una vez que vomita, el niño se sentirá mejor, y es muy importante intentar tranquilizarlo, no angustiarlo, limpiarlo bien y darle de beber un poco de agua.
7. Existen medicamentos indicados para el mareo (antihistamínicos), y que vienen muy bien en casos muy persistentes y viajes largos. Deben tomarse media hora antes del viaje. Es muy importante consultar con el pediatra antes de administrarlo.
“No hay que preocuparse porque el problema es frecuente en la edad escolar, pero luego desaparece, o por lo menos disminuye la sensación de malestar y el vómito”, concluye el doctor Rodríguez. “Además ellos también aprenden con el tiempo qué situaciones lo ocasiona y aprenden a evitarlas”.
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