Aunque a día de hoy estemos acostumbrados a ver imágenes en la televisión sobre reportajes a los trabajadores de salvamento marítimo de nuestro país o a recorrer distintas localidades costeras y cruzarnos con sus embarcaciones, no siempre nuestro litoral estuvo tan custodiado como lo está ahora y muchísimo menos existían los recursos con los que contamos ahora.
Originariamente, este grupo de valientes se organizaron, allá por el año 1880 bajo el nombre de "Sociedad Española de Salvamento de Náufragos". Eran simples voluntarios y trabajadores de la mar que auxiliaban a sus compañeros de profesión cuando éstos se encontraban en algún apuro. De esos apuros, a los que hay que ir a contrarreloj, pues el mar no perdona un error y una vez que se cobra lo que cree suyo, jamás lo devuelve.
El caso es que, subidos en un simple bote, impulsado a remos gracias a la fuerza de cada hombre, surcaban mares embravecidos para intentar dar una última oportunidad a aquellos que se aferraban a sus esperanzas como único elemento flotante.
Ejemplo de bote de salvamento usado por diferentes organismos de salvamento de la época.
No fue, hasta pasados muchos años y debido a un trágico suceso ocurrido en costas coruñesas, cuando se empezó a tomar cierta conciencia de lo que ocurría en nuestros mares.
Corría el año 1970, cuando un pesquero, bautizado como La Isla , entrando en el puerto de A Coruña ya de noche, naufragaba a escasos 100 metros de la Torre de Hércules. Las condiciones como os podréis imaginar eran durísimas. Eran aproximadamente las 5 de la madrugada cuando la tripulación notó un fuerte golpe contra el caso del barco y el maquinista salió corriendo a cubierta justo antes de que el buque zozobrase. Junto a él, otros 14 tripulantes consiguieron saltar al agua. Agarrados como podían a restos del barco, iban pasando las horas sin que nadie pudiese hacer nada desde tierra y mucho menos por mar, las condiciones del mar eran tan duras que cualquier intento de auxilio se veía frustrado.
Desde tierra, los vecinos de la zona escuchaban los gritos de socorro de los náufragos pero con el paso de las horas las voces iban cesando pasto del frío y del agotamiento. De los 14 hombres que formaban la tripulación, solamente uno pudo ser rescatado con vida al día siguiente.
A raíz de esta tragedia, como no podía ser de otra manera, se intenta "profesionalizar" este servicio de salvamento, con gente formada y recursos más avanzados. Nace así la Cruz Roja del Mar cuya primera base se crea en A Coruña y de ahí se desarrollará más adelante la idea de lo que hoy conocemos como Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima o conocido comúnmente como Salvamento Marítimo. Pero eso lo dejamos para otro día.
" El mar no pertenece a los déspotas. En su superficie los hombres podrán aplicar sus leyes injustas, reñir, destazarse unos a otros y dejarse llevar por horrores eternos.
Pero, a diez metros bajo el nivel de las aguas, cesa su reinado, se extingue su influencia y desaparece su poder.
Ah Señor vive, vive en el fondo del mar. Ahí sólo existe la independencia. Ahí no reconozco voz de amo alguno. Ahí soy verdaderamente libre..."
Capitán Nemo.
http://iamsar.blogia.com/temas/antecedentes-historicos-del-salvamento-maritimo/
http://www.laopinioncoruna.es/estaticos/domingo/20080127/domingo.html
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