El concurso convocado por el Departamento de Salud para adjudicar el
transporte sanitario pagado por la Generalitat (el mayor de la
legislatura, con más de 2.000 millones de euros para la próxima década)
vive su recta final estos días, pero las luchas internas en el sector,
las maniobras para conseguir una posición ventajosa y la participación
en ellas de algunos altos cargos sanitarios llevan más de tres años
produciéndose de forma soterrada. El Juzgado de Instrucción 3 de Reus,
que investiga el "caso Innova), tiene abierta desde hace más de un año una pieza separada (la nº 7),
para aclarar “la intervención de servidores públicos” en estas
maniobras que “pondrían en entredicho los principios de independencia,
neutralidad e imparcialidad que deben regir el funcionamiento de la
Administración”, según un atestado de la Guardia Civil —que actúa como
policía judicial— fechado el 10 de enero de 2014.
El concurso, cuya adjudicación formal se producirá en las próximas
semanas, vivió el pasado miércoles un momento dramático con la apertura
de las ofertas económicas una semana después de que se dieran a conocer
las técnicas. Los resultados finales dan un vuelco al sector, que
quedará en manos de tres sociedades: la multinacional danesa Falck VL,
que ha logrado la mejor puntuación en seis de los 13 lotes en liza —con
una facturación total de casi 1.000 millones hasta 2024—; Transports
Sanitaris de Catalunya (TSC), del fondo de inversión italiano
Investindustrial —dueña también de Port Aventura y que se ha hecho con
cuatro lotes y casi 700 millones—; y la UTE formada por las empresas
Egara y Lafuente —tres contratos y unos 400 millones—.
El resto del sector, formado por una quincena de empresas que
llevaban la gestión del servicio desde hace dos décadas, ha quedado
fuera de la adjudicación. Muchas de ellas iniciaron ayer una ronda de
reuniones, confirmaron sus directivos, para preparar una estrategia para
tratar de revertir la adjudicación que pasa primero por analizar las
puntuaciones otorgadas, presentar una batería de alegaciones y, en caso
de ser estas rechazadas, llevar el concurso a los tribunales.
La irrupción de grandes fondos de inversión en el sector a partir de
2011, con el concurso en ciernes, causó en él “un cambio estructural de
importantes dimensiones”, según otro informe de la Guardia Civil
incluido en el sumario del caso, sobre el que el juez Diego Álvarez de
Juan levantó el secreto hace un mes. “Nuevos grupos de inversores y
empresas de capital riesgo han penetrado en el sector con agresivas
estrategias de compras”, sigue el informe. Las más destacadas fueron la
adquisición de TSC por Investindustrial en mayo de 2011; de Ambulàncies
Reus por el gigante español Ambuibérica —financiado por ProA Capital y
asesorado por el exconsejero de Sanidad Xavier Pomés— en noviembre de
ese año; y el aterrizaje de Falck en Cataluña con la compra de Vicente
Lázaro tres meses más tarde.
El sumario describe el nerviosismo que cundió entre las empresas
históricas del sector ante tal desembarco, acrecentado por el papel del
consejero de Salud, Boi Ruiz, quien “podría estar jugando algún tipo de
rol mediador” en los intentos de ProA de comprar algunas empresas, según
otro informe de la Guardia Civil.
Es en este escenario en el que cobra relevancia el expresidente del Instituto Catalán de la salud (ICS), Josep Prat,
quien aparece como figura central entre las fuerzas en pugna. Fueron
precisamente los documentos hallados en el registro del domicilio de
Prat (detenido en febrero de 2013), en el marco de la investigación del caso Innova— sobre el sector y futuro concurso los que motivaron la apertura de la pieza separada.
Prat habría sido uno de los altos cargos sanitarios al que habría
recurrido empresas como Ambulàncies Baix Ebre, propiedad del presidente
de la patronal española del ramo, Bernardo Coslado, para “conseguir la
perpetuación de la posición de los adjudicatarios ya asentados”, según
un auto judicial fechado el pasado 17 de diciembre. Coslado fue detenido hace justo un año tras descubrir los investigadores que pagaba desde abril de 2012 un total de 5.000 €. mensuales a Prat por sus servicios, lo que era incompatible con la presidencia del ICS que ocupaba.
Los investigadores destacan uno de los documentos hallados en casa de
Prat en el que ya en 2012 dibujaba “una parte del futuro mapa del
transporte sanitario en Cataluña”, según la Guardia Civil. En una hoja
manuscrita puede leerse como Prat atribuía a Falck —citada como “los
daneses”— la adjudicación del servicio en el Vallès Oriental y
Occidental, donde la multinacional ha logrado las mejores puntuaciones.
El documento también cita a otra de las empresas ganadoras —TSC, citada
como “Bonomi”, el apellido de la familia italiana propietaria de
Investindustrial— y a varias de las perdedoras. Una anotación destacable
es la que cita a la “relación ProA-Pomès-Padrosa”, que los
investigadores atribuyen a los lazos entre el fondo de inversión, el
exconsejero de Sanidad Xavier Pomés y el actual director del Servicio
Catalán de la salud (CatSalut), Josep Maria Padrosa, quien “ya nombró a
Padrosa director general de Emergencias de la Generalitat en octubre de
2000”.
El avance de las investigaciones recogidas en el sumario se topa, sin
embargo, con un problema: los documentos que la sustentan fueron los
requisados en casa de Prat en febrero de 2013 y en la empresa de Coslado
en enero de 2014. A partir de entonces, al menos en la parte sobre la
que se ha levantado el secreto de sumario, las pesquisas se quedan
ciegas y poco avanzan sobre lo ocurrido en los últimos 12 meses. Un
hecho destacable, por ejemplo, sería la retirada de ProA de la puja en
el sector con la venta de Ambuibérica a otro fondo de inversión (PAI).
Todo ello impide conocer hechos que expliquen las razones, si las
hubiera de relevancia para la causa, del éxito o fracaso de las
múltiples gestiones en marcha y las grandes diferencias existentes entre
el “mapa” dibujado por Prat y las puntuaciones obtenidas por las
empresas del sector en concurso público.
En la pieza separada sobre el transporte sanitario están imputados
Josep Prat y Bernardo Coslado por los delitos de cohecho, tráfico de
influencias y malversación. El juez también mantiene imputados a otros
cargos públicos vinculados a Innova —el antiguo grupo de empresas
municipales de Reus— y del CatSalut en las Tierras del Ebro, aunque no
ha encontrado razones para ampliar el número de encausados.
Las diligencias de la Guardia Civil ofrecen un buen resumen de la
situación del sector del transporte sanitario en los últimos tres años
al destacar que “la supervivencia de las empresas históricas de
ambulancias sería muy dependiente de los resultados del concurso ya que
en el caso de fracasar, sus opciones se reducirían a cerrar, vender o
quedar como subcontratas”. A pesar de ello y “de las naturales
incertidumbres que tal proceso generaría, si no se produce una
alteración ilícita del mercado por parte de los recién llegados, esta
evolución sería el resultado lógico del concurso amparado por la
legislación vigente”. Así, “no cabrían estrategias alternativas fuera
del libre juego de la oferta y la demanda”, señalan los investigadores
en referencia Prat y Coslado. “Sin embargo, la existencia de presuntos
contactos entre, por ejemplo, PROA y Boi Ruiz también plantearía dudas
al respecto, ya que nuevamente se trata de conductas que podrían estar
apuntando a la utilización de estrategias supuestamente irregulares”,
concluye el atestado de la Guardia Civil.
FUENTE: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2015/01/23/catalunya/1422043439_701006.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario