Lucía Eguiluz, campeona del mundial de Socorrismo y Emergencia en modalidad de relevos, se estrena este año como socorrista.
La edad media de los socorristas que vigilan las playas de Cantabria y salvaguardan nuestra seguridad está en los 26 años. La cifra ha aumentado con respecto a otros años, cuando se situaba en 22. A pesar de su juventud y de ser un trabajo estival es requisito en todos ellos tener un alto nivel de responsabilidad. «La edad de los socorristas contrasta con la exigencia de la labor que realizamos. Hay vidas en riesgo, no te la puedes jugar. Por eso, es indispensable ser muy responsable », explica David Peinado. Es el sexto año que formará parte de los rescates acuáticos en Santander. «En estos veranos de experiencia he aprendido que hay que mantener la cabeza muy fría durante un rescate. No te puedes dejar llevar por la adrenalina del momento», indica el joven, que oposita a Policía.
Entre el 20% de mujeres que integra el equipo de Salvamento y Socorrismo de Cruz Roja, este año se estrenará la campeona del mundial de Socorrismo y Emergencia en modalidad de relevos (junto a cuatro integrantes de su equipo). La cántabra Lucía Eguiluz, de 19 años, ha pasado la barrera de la mayoría de edad necesaria para ejercer de socorrista. También se necesita haber completado la ESO, tener en vigor el título de Primero Auxilios y de Socorrismo Acuático.
«El nivel de alerta en el desempeño de este trabajo es muy alto», explican los dos socorristas que además, son voluntarios durante el año. «Si alguien cree que se trata de ponerse moreno y estar relajado en la playa, se confunde de trabajo». «No puedes relajarte ni cinco minutos, no hay que bajar la guardia. La seguridad de la gente depende de ti», dice Lucía.
«No todo el mundo vale, una cosa es querer y otra poder», opinan. Las pruebas de acceso se desarrollaron durante una jornada completa de sábado. Por la mañana fueron las pruebas teóricas y el examen de Primeros Auxilios. Por la tarde, las pruebas de Socorrismo Acuático.
La recomendación de David y Lucía para enfrentarse al proceso de selección es demostrar actitud, por encima de la habilidad física. «Se necesita ser una persona muy activa». El contrato laboral es de cinco días a la semana, 40 horas, y el sueldo bruto varía de 778 a 1.149 euros.
La experiencia de ayudar a los demás es uno de los motivos que movieron a David a trabajar durante sus vacaciones. «Es vocacional. Estoy opositando a Policía y creo que está muy relacionado. Me gusta trabajar para ayudar a la comunidad». David, con más experiencia que Lucía, le cuenta que nunca se olvida el primer rescate: «La cara de la persona que se ahoga es muy diferente a lo que sientes al ver a un muñeco cuando realizamos las prácticas».
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