Una ambulancia del 061, en una asistencia por accidente.
Las circunstancias en las que suele trabajar el personal de urgencias del 061 no remiten, de entrada, a situaciones peligrosas. Cuando salen con la ambulancia, lo habitual es que tengan que vérselas con víctimas de accidentes o con personas que requieren asistencia inmediata por sufrir alguna indisposición repentina. No obstante, a veces tienen que intervenir en un ambiente, como el nocturno, por ejemplo, en el que pueden toparse con condiciones menos idóneas para desarrollar su trabajo, hasta el punto de llegar a ser víctima de agresiones.
Aunque desde la Fundación Pública Urxencias Sanitarias de Galicia-061 recalcan que no tienen constancia de que su personal sufra actos de violencia (en línea con las estadísticas que sitúan a Galicia entre las comunidades donde menos agresiones se producen al personal sanitario), sus responsables se acogen al cauteloso más vale prevenir que lamentar para organizar un curso de "defensa personal na emerxencia" con un objetivo: "capacitar al personal del 061 en técnicas de protección personal durante la realización de su actividad profesional".
La jornada, que se prolongará durante todo un día y que está previsto celebrar a finales de este verano, incluye un programa bastante intensivo en el que se combinan teoría y práctica. Por una parte, se informará a un total de 40 profesionales sanitarios del 061 del amparo que las leyes ofrecen a su actividad (es decir, lo que el Código Penal entiende por legítima defensa), y por otra se les mostrarán las técnicas a las que pueden recurrir si alguien les ataca, empezando por la distancia de seguridad necesaria que deben guardar.
No solo aprenderán a responder a agresiones como bofetadas, puñetazos, agarres, golpes con los codos o patadas, sino también cómo enfrentarse a un individuo que arremete contra ellos con objetos contundentes o incluso con armas, tanto blancas como de fuego. El minicursillo, que impartirán las fuerzas de seguridad, con las que estos profesionales están acostumbrados a trabajar en coordinación, incluirá lecciones para que los agredidos aprendan a controlar o a inmovilizar a sus asaltantes, les ofrecerá trucos para apañárselas incluso si han logrado tumbarlos en el suelo y les asesorará para que puedan prestar, si hace falta, ayuda a terceras personas o cómo actuar ante agresiones que puedan producirse a consecuencia de un tumulto.
Luis Sánchez, el jefe del Servizo de Docencia e Investigación del 061, explica que es la segunda vez que se convoca una jornada para enseñar a los sanitarios (solo a los que trabajan en la calle) a defenderse, aunque "no es un tema relevante el número de agresiones en emergencias", aunque "pudiera parecer", reconoce, "que es un entorno que no está tan controlado". Tampoco, añade, tienen datos de que las posibles agresiones sean un tema que "inquiete" al personal.
No obstante, explica que se trata de "anticiparse a los problemas, porque no sabes cuando pueden surgir" porque, recuerda, hay una máxima que defiende que la asistencia a emergencias "lo primero que se tiene que garantizar es la seguridad del equipo". "Si hay un entorno poco controlado es la emergencia extrahospitalaria", señala. Pero los problemas a los que suelen enfrentarse los empleados del 061 se asocian más a otros riesgos, explica, como cuando acuden a un accidente en carretera o en situaciones como la que se dio cuando se produjo el accidente múltiple debido a la niebla en la A-8. "Hasta que se baliza, el equipo está expuesto a accidentes", aclara.
Pero sobre todo, subraya, con los cursos se trata de "trabajar codo con codo con otras personas que trabajan en la calle, como son las fuerzas del orden" con una meta: "integrarse y coordinarse mejor con ellos" cuando se plantea una situación de emergencia o incluso en el día a día. "compartir protocolos y formas de trabajar". Por eso, y aunque esta vez los policías (nacionales) son los profesores, hace unos meses la situación era la inversa y eran los sanitarios del 061 quienes formaban a las fuerzas de seguridad en un cursillo de soporte vital. "Les ocurre como a nosotros. Tal vez necesiten reanimar una vez cada cinco años, pero sienten la necesidad de poder hacerlo", explica.
Fuente: http://www.farodevigo.es/galicia/2015/07/19/061-pone-defensiva/1280770.html
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